Lección 94 UCDM
Soy tal como Dios me creó
La Afirmación de Salvación
Hoy continuamos con la idea que nos brinda total salvación; la afirmación que hace que toda forma de tentación sea impotente; el pensamiento que silencia al ego y lo deshace por completo. Eres tal como Dios te creó. Esta idea acalla todos los sonidos de este mundo, hace que sus vistas desaparezcan y borra para siempre todo pensamiento que alguna vez haya tenido. Con esta idea se alcanza la salvación. Con esta idea se restaura la cordura.
La Luz de la Fortaleza y la Impecabilidad
La verdadera luz es fortaleza, y la fortaleza es impecabilidad. Si sigues siendo tal como Dios te creó, tienes necesariamente que ser fuerte y la luz tiene que encontrarse en ti. Aquel que se aseguró de que fueras impecable debe ser también la garantía de tu fortaleza y tu luz. Eres tal como Dios te creó. Las tinieblas no pueden ensombrecer la gloria del Hijo de Dios. Te encuentras en la luz, firme en la impecabilidad en la que fuiste creado y en la que permanecerás por toda la eternidad.
Prácticas de Conexión Interior
Hoy volveremos a dedicar los primeros cinco minutos de cada hora de vigilia a intentar sentir la verdad que se encuentra en ti. Comienza estos períodos de búsqueda con estas palabras: Soy tal como Dios me creó. Soy Su Hijo eternamente. Trata ahora de llegar hasta el Hijo de Dios en ti. Éste es el Ser que jamás pecó ni forjó una imagen para reemplazar a la realidad. Éste es el Ser que jamás abandonó Su morada en Dios para irse a deambular indeciso por el mundo. Éste es el Ser que no conoce el miedo ni puede concebir lo que es la pérdida, el sufrimiento o la muerte.
La Sencillez de Alcanzar la Verdad
Para alcanzar este objetivo no se requiere nada de ti, excepto que dejes a un lado todos los ídolos e imágenes de ti mismo; que vayas más allá de todos los atributos tanto buenos como malos que te hayas adjudicado y que aguardes la verdad en silenciosa expectativa. Dios Mismo ha prometido que ésta le será revelada a todo aquel que la pida. Tú la estás pidiendo ahora. No puedes fracasar porque Él no puede fracasar.
Recordatorio y Compromiso Horario
Si no cumples con el requisito de practicar durante los primeros cinco minutos de cada hora, al menos recuerda decirte a ti mismo una vez por hora: Soy tal como Dios me creó. Soy Su Hijo eternamente. Repite hoy frecuentemente para tus adentros que eres tal como Dios te creó. Y en caso de que alguna persona parezca irritarte, asegúrate de responder con estas palabras: Eres tal como Dios te creó. Eres Su Hijo eternamente. Haz hoy todo lo posible por llevar a cabo los ejercicios de cada hora. Cada sesión de práctica será un paso gigantesco hacia tu liberación, y un hito en el proceso de aprender el sistema de pensamiento que este curso postula.
Reflexiones sobre la Lección 94 de Un Curso de Milagros: Aceptación de Nuestra Verdad Divina
La Esencia de Nuestro Ser Según Dios
La Lección 94 de Un Curso de Milagros nos presenta una poderosa afirmación: «Soy tal como Dios me creó». Esta simple frase es la llave para desbloquear nuestra total salvación, disipar las tentaciones y silenciar el ego. Nos recuerda que, independientemente de nuestras acciones o percepciones de nosotros mismos, nuestra esencia permanece pura y sin cambios, exactamente como Dios nos concibió.
Desafiando la Percepción del Ego
En nuestro viaje diario, a menudo nos vemos a nosotros mismos a través de las lentes del ego, creyendo ser menos de lo que somos, marcados por errores o pecados. La lección nos invita a cuestionar estas percepciones erróneas y a reconocer que son simplemente ruidos del mundo que pueden ser acallados por la verdad divina que reside en nosotros.
Fortaleza y Luz Interna
Nos recuerda que somos seres de luz y fortaleza, impecables en nuestra esencia. Esta revelación no solo ilumina nuestra percepción de nosotros mismos sino que también asegura que las tinieblas no pueden ocultar la gloria inherente al Hijo de Dios. Estamos invitados a vivir en la luz de esta verdad, firmes en la impecabilidad con la que fuimos creados y en la que permaneceremos eternamente.
Prácticas para Reconocer Nuestra Divinidad
La lección sugiere prácticas específicas para ayudarnos a conectar con nuestra verdad interna: dedicar los primeros cinco minutos de cada hora de vigilia para afirmar nuestra identidad divina y esforzarnos por sentir la presencia del Hijo de Dios en nosotros. Este Ser divino en nosotros es intocable por el pecado, la pérdida, el sufrimiento o la muerte, y reconectarnos con esta presencia es el camino hacia nuestra liberación.
La Sencillez de la Verdad
Alcanzar esta comprensión no requiere esfuerzo; solo debemos dejar de lado los falsos ídolos e imágenes de nosotros mismos y esperar en silencio la verdad que Dios promete revelar. Este proceso es una invitación a soltar lo que creíamos ser y abrazar lo que realmente somos según la Voluntad Divina.
Mantener el Compromiso
Aunque las prácticas sugeridas pueden parecer demandantes, la lección nos anima a hacer lo posible por integrarlas en nuestro día a día, recordándonos frecuentemente nuestra identidad divina. Esta constante autoafirmación transforma nuestra experiencia del mundo y nuestras interacciones con los demás, promoviendo un estado de gracia y paz.
Conclusión: Vivir Nuestra Verdad Divina
La Lección 94 de Un Curso de Milagros nos ofrece un camino claro hacia la aceptación de nuestra verdadera identidad como creaciones divinas, libres de pecado y llenas de luz. Al adoptar y practicar la verdad de que somos tal como Dios nos creó, podemos trascender las limitaciones impuestas por el ego y vivir en la plenitud de nuestra herencia celestial. Este reconocimiento no solo cambia nuestra percepción de nosotros mismos sino que también nos capacita para ver a los demás a través de esta misma luz de comprensión y amor.