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Un Curso de Milagros Lección 87

Un Curso de Milagros Lección 87: Caminando hacia la luz con la guía de la voluntad divina

Lección 87 UCDM

Nuestro repaso de hoy abarcará estas ideas:


Mi voluntad es que se haga la luz.

Hoy haré uso del poder de mi voluntad. No es mi voluntad andar a tientas en la oscuridad, temeroso de las sombras y amedrentado por cosas invisibles e irreales. La luz será mi guía hoy. La seguiré allí donde me lleve y contemplaré únicamente lo que me muestre. Éste será el día en que experimentaré la paz de la verdadera percepción.


Prácticas para Revelar la Luz

Las siguientes variaciones de esta idea pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:

  • Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver.
  • [Nombre], estás en la luz junto conmigo.
  • En la luz esto se verá de otra manera.

No hay más voluntad que la de Dios

Hoy estoy a salvo porque no hay más voluntad que la de Dios. Siento miedo sólo cuando creo que hay otra voluntad. Trato de atacar únicamente cuando tengo miedo, y sólo cuando trato de atacar puedo creer que mi eterna seguridad está siendo amenazada. Hoy reconoceré que nada de esto ha ocurrido. Estoy a salvo porque no hay más voluntad que la de Dios.


Aplicaciones de la Voluntad Divina

Las siguientes son algunas variaciones de la idea que pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:

  • Percibiré esto en conformidad con la Voluntad de Dios.
  • La Voluntad de Dios, así como la mía, es que tú, [nombre], seas Su Hijo.
  • Esto es parte de lo que la Voluntad de Dios ha dispuesto para mí, independientemente de cómo lo vea.

Reflexiones sobre la Lección 87 de Un Curso de Milagros: Abrazando la Luz y la Voluntad Única

Descubrimiento del Poder de la Voluntad Propia

La Lección 87 de Un Curso de Milagros nos invita a reflexionar sobre la fuerza transformadora de nuestra voluntad cuando está alineada con la luz y la verdad. «Mi voluntad es que se haga la luz» no es solo una declaración de intenciones; es un reconocimiento del poder inherente dentro de nosotros para disipar las sombras de la duda y el miedo, eligiendo ver el mundo y a nosotros mismos bajo la guía de la claridad y la comprensión. Este acto de voluntad nos libera de la oscuridad, permitiéndonos experimentar la paz que viene con la verdadera percepción.

Aplicando la Luz en la Vida Diaria

La lección nos ofrece herramientas prácticas para aplicar esta luz en nuestra vida cotidiana, recordándonos que nada puede ocultar la luz que elegimos ver. Al practicar la visión de las personas y situaciones en la luz, reafirmamos nuestra decisión de caminar guiados por la claridad divina, lo que transforma nuestra experiencia del mundo de una de conflicto a una de paz.

La Unicidad de la Voluntad con Dios

Profundizando aún más, «No hay más voluntad que la de Dios» nos lleva a la comprensión de que el miedo y el conflicto surgen cuando olvidamos esta verdad fundamental. Al reconocer que nuestra voluntad es una con la de Dios, nos damos cuenta de que estamos eternamente seguros, libres de miedo y de la necesidad de atacar. Esta lección nos enseña a confiar en la voluntad divina como nuestra única fuente de salvación, seguridad y felicidad.

Viviendo Según la Voluntad Divina

Las variaciones para aplicar esta comprensión a situaciones específicas nos animan a percibir todo a través de los ojos de la voluntad de Dios, lo que garantiza que veremos el mundo y a nosotros mismos en la verdad de nuestra santidad y unidad con todo lo que es. Al elegir ver la salvación en lugar del ataque, y la unidad en lugar de la separación, nos alineamos con el propósito divino y encontramos nuestra verdadera alegría y paz.

Conclusión: Un Viaje de Vuelta a la Luz

La Lección 87 de Un Curso de Milagros es una invitación a utilizar el poder de nuestra voluntad para elegir la luz sobre la oscuridad, la visión sobre la ceguera y la verdad sobre la ilusión. Nos recuerda que, al alinear nuestra voluntad con la de Dios, no solo encontramos nuestro camino de regreso a Él, sino que también nos convertimos en faros de luz para el mundo. En este proceso de despertar, descubrimos que nuestra salvación ha estado dentro de nosotros todo el tiempo, esperando ser reconocida y vivida.

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