Lección 90 UCDM
Éstas son las ideas que vamos a utilizar en este repaso:
Que reconozca el problema para que pueda ser resuelto
Que hoy me dé cuenta de que el problema es siempre alguna forma de resentimiento que quiero abrigar. Que también comprenda que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. Hoy quiero recordar la simplicidad de la salvación reforzando la lección de que sólo hay un problema y sólo una solución. El problema es un resentimiento; la solución, un milagro. E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que entonces ocupa su lugar.
Aplicación Práctica de la Solución
Para las aplicaciones concretas de esta idea puedes usar las siguientes variaciones:
- Esto supone un problema para mí que quiero que se resuelva.
- El milagro que se encuentra tras este resentimiento lo resolverá por mí.
- La solución de este problema es el milagro que el problema oculta.
Que reconozca que mis problemas se han resuelto
La única razón de que parezca tener problemas es que estoy usando el tiempo indebidamente. Creo que el problema ocurre primero, y que debe transcurrir cierto tiempo antes de que pueda resolverse. No veo el problema y la solución como acontecimientos simultáneos. Ello se debe a que aún no me he dado cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, de manera que el tiempo no los pudiera separar. El Espíritu Santo me enseñará esto si se lo permito. Y comprenderé que es imposible que yo pudiera tener un problema que no se hubiera resuelto ya.
Variaciones para Reconocer la Solución Inmediata
Las siguientes variaciones de la idea de hoy resultarán útiles para las aplicaciones concretas:
- No tengo que esperar a que esto se resuelva.
- Ya se me ha dado la solución a este problema, si estoy dispuesto a aceptarla.
- El tiempo no puede separar este problema de su solución.
Reflexiones sobre la Lección 90 de Un Curso de Milagros: El Camino Hacia la Resolución de Conflictos
Descubriendo la Raíz de Todos los Problemas
La Lección 90 de Un Curso de Milagros nos invita a un viaje de introspección profunda, revelándonos que el núcleo de todos nuestros problemas radica en el resentimiento. «Que reconozca el problema para que pueda ser resuelto» no solo nos pide identificar este núcleo común sino también entender que la solución siempre ha estado al alcance: el milagro del perdón. Este enfoque simplifica enormemente el proceso de sanación, recordándonos que, al elegir liberarnos de nuestros resentimientos, invitamos a los milagros a tomar su lugar, ofreciéndonos una perspectiva renovada y liberadora.
Implementando la Solución Milagrosa en la Vida Diaria
A través de prácticas diarias, se nos alienta a aplicar esta revelación, reconociendo que detrás de cada situación problemática o resentimiento se esconde un milagro esperando ser descubierto. Esta sección ofrece un enfoque práctico para transformar nuestra percepción de los conflictos, alentándonos a ver más allá de la superficie y encontrar la luz de la solución que siempre ha estado presente.
Reconocimiento de la Solución Preexistente
«Que reconozca que mis problemas se han resuelto» nos lleva a la comprensión de que, en realidad, nunca hemos tenido problemas sin resolver. La ilusión de que el tiempo separa el problema de la solución es desmantelada, revelando que Dios ha colocado la respuesta al lado del desafío, haciéndolos simultáneos. Este reconocimiento cambia radicalmente nuestra experiencia del tiempo y de la vida, alentándonos a confiar en la presencia constante de soluciones divinas a nuestros aparentes problemas.
Aceptación Inmediata de la Solución Divina
Las variaciones propuestas para aplicar esta comprensión nos recuerdan que no hay necesidad de esperar la resolución de ningún conflicto. La solución ya nos ha sido dada; solo necesitamos estar dispuestos a aceptarla. Este concepto refuerza la idea de que nuestra percepción del tiempo no debe obstaculizar nuestra aceptación de la ayuda y la sanación que están inmediatamente disponibles para nosotros, según lo dispuesto por las leyes divinas.
Conclusión: Un Viaje Hacia la Paz Interior
La Lección 90 de Un Curso de Milagros es una poderosa recordación de que nuestra percepción de los problemas y nuestra capacidad para resolverlos radican en nuestra elección de aferrarnos al resentimiento o de abrir nuestros corazones al milagro del perdón. Al alinearnos con las leyes de Dios y aceptar los milagros que Él nos ofrece, nos liberamos de las cadenas del pasado y del miedo, avanzando hacia una existencia caracterizada por la paz, la claridad y la comprensión profunda. Este camino de resolución de conflictos no solo nos transforma individualmente sino que también tiene el potencial de sanar nuestras relaciones y el mundo que nos rodea.