Skip to content
PsicoEmotividad©2024 – Todos los derechos reservados

Un Curso de Milagros Lección 74

Un Curso de Milagros Lección 74: Paz y Unidad Espiritual

Lección 74 UCDM

No hay más voluntad que la de Dios


El Pensamiento Central de Nuestra Práctica

La idea de hoy se puede considerar como el pensamiento central hacia el cual se dirigen todos nuestros ejercicios. La Voluntad de Dios es la única Voluntad. Cuando hayas reconocido esto, habrás reconocido que tu voluntad es la Suya. La creencia de que el conflicto es posible habrá desaparecido. La paz habrá reemplazado a la extraña idea de que te atormentan objetivos conflictivos. En cuanto que expresión de la Voluntad de Dios, no tienes otro objetivo que el Suyo.


Encontrando la Paz a través de la Unidad

La idea de hoy encierra una gran paz, y lo que los ejercicios de hoy se proponen es encontrarla. La idea en sí es completamente cierta. Por lo tanto, no puede dar lugar a ilusiones. Sin ilusiones, el conflicto es imposible. Tratemos hoy de reconocer esto y de experimentar la paz que este reconocimiento nos brinda.


Práctica de Reconocimiento y Paz

Comienza las sesiones de práctica más largas repitiendo lentamente los pensamientos que siguen a continuación varias veces, con la firme determinación de comprender su significado y de retenerlos en la mente: No hay más voluntad que la de Dios. No puedo estar en conflicto. Dedica entonces varios minutos a añadir pensamientos afines, tales como: Estoy en paz. Nada puede perturbarme. Mi voluntad es la de Dios. Mi voluntad y la de Dios son una. La Voluntad de Dios es que Su Hijo esté en paz. Durante esta fase introductoria, asegúrate de hacerle frente en seguida a cualquier pensamiento conflictivo que pueda cruzar tu mente. Di de inmediato: No hay más voluntad que la de Dios. Estos pensamientos conflictivos no significan nada.


Abordando Asuntos Difíciles

Si algún asunto parece ser muy difícil de resolver, resérvalo para un examen más detenido. Piensa en él brevemente, aunque de manera muy concreta, identificando la persona o personas en cuestión y la situación o situaciones de que se trate, y di para tus adentros: No hay más voluntad que la de Dios. Yo la comparto con Él. Mis conflictos con respecto a _____ no pueden ser reales.


Experiencia de Paz

Después de que hayas despejado tu mente de esta manera, cierra los ojos y trata de experimentar la paz a la que tu realidad te da derecho. Sumérgete en ella y siente cómo te envuelve. Puede que te asalte la tentación de confundir estas prácticas con el ensimismamiento, pero la diferencia entre ambas cosas es fácil de detectar. Si estás llevando a cabo el ejercicio correctamente, sentirás una profunda sensación de dicha y mayor agudeza mental en vez de somnolencia y enervamiento.


Distinguiendo la Paz de la Dispersión

La paz se caracteriza por la dicha. Cuando experimentes dicha sabrás que has alcanzado la paz. Si tienes la sensación de estar cayendo en el ensimismamiento, repite la idea de hoy de inmediato y luego vuelve al ejercicio. Haz esto cuantas veces sea necesario. Es ciertamente ventajoso negarse a buscar refugio en el ensimismamiento, aun si no llegas a experimentar la paz que andas buscando.


Prácticas Cortas para la Paz Diaria

En las sesiones más cortas, que hoy se deben llevar a cabo a intervalos regulares previamente determinados, di para tus adentros: No hay más voluntad que la de Dios. Hoy busco Su Paz. Trata entonces de hallar lo que buscas. Dedicar uno o dos minutos cada media hora a hacer este ejercicio—con los ojos cerrados a ser posible—será tiempo bien empleado.


Reflexiones sobre la Lección 74 de Un Curso de Milagros: La Armonía de la Voluntad Divina

La Singularidad de la Voluntad

La Lección 74 de Un Curso de Milagros nos sumerge en una profunda reflexión sobre la naturaleza indivisible de la voluntad, enfatizando que no existe otra voluntad aparte de la de Dios. Esta lección se convierte en un faro de luz que guía hacia la comprensión de que nuestra verdadera esencia comparte esta voluntad única con el Creador. Al asimilar esta verdad fundamental, nos liberamos de la creencia en conflictos internos y externos, permitiéndonos experimentar una paz inalterable.

La Paz como Derecho Innato

El núcleo de esta lección radica en la invitación a experimentar la paz que nos corresponde por derecho divino. Nos anima a despejar nuestra mente de conflictos mediante la afirmación de que compartimos la voluntad de Dios, lo que nos lleva a un estado de armonía y dicha. A diferencia del ensimismamiento o la desconexión, la paz que se promueve es activa y consciente, caracterizada por una alegría profunda y una claridad mental.

Identificando y Resolviendo Conflictos

A través de prácticas específicas, la Lección 74 nos enseña a abordar y resolver asuntos difíciles reconociendo que cualquier conflicto percibido se disuelve en la luz de la voluntad de Dios. Este enfoque transforma nuestra percepción de las situaciones y relaciones, llevándonos a una comprensión más profunda de la unidad y el propósito compartido con nuestro Creador.

Práctica Diaria de Paz

La lección también destaca la importancia de prácticas diarias que nos conectan con la paz divina. Al dedicar momentos regulares del día para reafirmar nuestra alineación con la voluntad de Dios, nos abrimos a experimentar la serenidad y la dicha que superan cualquier tendencia hacia la distracción o el ensimismamiento. Estos ejercicios nos recuerdan activamente nuestra decisión de elegir la luz sobre la oscuridad, la claridad sobre la confusión.

Conclusión: Un Camino hacia la Unidad

La Lección 74 de Un Curso de Milagros es una invitación a reconocer y vivir según la única voluntad que realmente existe: la voluntad de Dios. Nos muestra que, al hacerlo, podemos liberarnos de la ilusión de conflicto y sumergirnos en la verdadera paz. Esta lección no solo aclara nuestra relación con lo divino sino que también sana nuestra percepción del mundo, guiándonos a ver a través de los ojos de la unidad y el amor. Es un recordatorio poderoso de que, en la esencia de nuestro ser, deseamos lo que Dios desea para nosotros: paz, amor y alegría sin fin.

Configuración