Es muy posible escuchar la Voz de Dios durante todo el día sin que ello interrumpa para nada tus actividades normales. La parte de tu mente donde reside la verdad está en constante comunicación con Dios, tanto si eres consciente de ello como si no. Es la otra parte de tu mente la que opera en el mundo y la que obedece sus leyes. Ésa es la parte que está constantemente distraída, y que es desorganizada y sumamente insegura.
La Serenidad de la Comunicación Divina
La parte que está escuchando a la Voz de Dios es serena, está en continuo reposo y llena de absoluta seguridad. Es la única parte que realmente existe. La otra es una loca ilusión, frenética y perturbada, aunque desprovista de toda realidad. Trata hoy de no prestarle oídos. Trata de identificarte con la parte de tu mente donde la quietud y la paz reinan para siempre. Trata de oír la Voz de Dios llamándote amorosamente, recordándote que el Creador no se ha olvidado de Su Hijo.
Prácticas para Conectar con la Voz de Dios
Hoy necesitaremos por lo menos cuatro sesiones de práctica de cinco minutos cada una e incluso más si es posible. Trataremos en verdad de oír la Voz de Dios recordándote a Dios y a tu Ser. Abordaremos el más santo y gozoso de todos los pensamientos llenos de confianza, sabiendo que al hacer esto estamos uniendo nuestra voluntad a la Voluntad de Dios. Él quiere que oigas Su Voz. Te la dio para que la oyeras.
Encontrando Paz en el Silencio
Escucha en profundo silencio. Permanece muy quedo y abre tu mente. Ve más allá de todos los chillidos estridentes e imaginaciones enfermizas que encubren tus verdaderos pensamientos y empañan tu eterno vínculo con Dios. Sumérgete profundamente en la paz que te espera más allá de los frenéticos y tumultuosos pensamientos, sonidos e imágenes de este mundo demente. No vives aquí. Estamos tratando de llegar a tu verdadero hogar. Estamos tratando de llegar al lugar donde eres verdaderamente bienvenido. Estamos tratando de llegar a Dios.
Recordatorio Continuo de la Presencia Divina
No te olvides de repetir la idea de hoy frecuentemente. Hazlo con los ojos abiertos cuando sea necesario, pero ciérralos siempre que sea posible. Y asegúrate de sentarte quedamente y de repetir la idea cada vez que puedas, cerrando los ojos al mundo y comprendiendo que estás invitando a la Voz de Dios a que te hable.
Reflexiones sobre la Lección 49 de Un Curso de Milagros: La Constante Comunicación con Dios
Introducción a la Lección 49
La Lección 49 de Un Curso de Milagros lleva por título «La Voz de Dios me habla durante todo el día». Esta lección se enfoca en la idea de que es posible estar en constante comunicación con Dios, incluso en medio de nuestras actividades diarias. Para la persona común, esto sugiere que la presencia divina no está limitada a momentos de oración o meditación, sino que es una constante en nuestras vidas.
Distinguiendo las Dos Partes de la Mente
El curso nos enseña que hay dos partes en nuestra mente: una que está en constante comunicación con Dios y otra que se enfoca en el mundo y sus leyes. Esta última se describe como distraída y desorganizada, sumida en la inseguridad. Esta distinción es vital para entender cómo podemos sintonizarnos mejor con la voz de la verdad y la serenidad.
La Serenidad de Escuchar a Dios
Se resalta la serenidad que acompaña a la parte de nuestra mente que está en sintonía con Dios. Esta parte es descrita como la única realidad verdadera, en contraste con la otra parte, considerada una ilusión frenética y perturbada. La lección invita a identificarse más con la tranquilidad y la paz interna, donde se puede escuchar más claramente la Voz de Dios.
Prácticas para Conectar con la Voz Divina
La lección sugiere prácticas de cinco minutos, varias veces al día, para fomentar esta conexión. Se enfatiza la importancia de estos momentos de tranquilidad para realmente escuchar la Voz de Dios. Estas prácticas son accesibles para cualquier persona, independientemente de sus actividades diarias, y tienen como objetivo unir nuestra voluntad a la Voluntad de Dios, reforzando la idea de que estamos destinados a escuchar y seguir esta guía divina.
Encontrando Paz Más Allá del Mundo Material
La lección nos guía a buscar un estado de silencio profundo y quietud para conectar con Dios. Nos anima a ir más allá del caos y las distracciones del mundo material, recordándonos que nuestra verdadera esencia no reside en este «mundo demente», sino en un lugar de paz eterna. Esta parte de la enseñanza es particularmente relevante en un mundo lleno de estímulos constantes, donde encontrar un espacio de calma interna puede ser desafiante pero esencial para nuestro bienestar espiritual.
La Importancia de la Repetición y la Práctica Continua
Finalmente, la lección 49 recalca la importancia de mantener la idea central «La Voz de Dios me habla durante todo el día» en nuestra conciencia a lo largo del día. Esto implica prácticas tanto con los ojos abiertos como cerrados, recordándonos que la conexión con lo divino puede mantenerse en medio de nuestras actividades cotidianas y en momentos de quietud. Esto sirve como un recordatorio constante de que estamos siempre en presencia de lo divino, y que escuchar a Dios es una elección consciente que podemos hacer en cualquier momento.
Conclusión: Una Invitación a la Conexión Continua
En resumen, la Lección 49 de «Un Curso de Milagros» nos invita a reconocer y fortalecer nuestra conexión continua con Dios. Nos muestra que, más allá de las distracciones y el caos del mundo externo, podemos encontrar una fuente inagotable de paz, serenidad y guía en nuestro interior. Esta lección es un recordatorio poderoso y alentador de que no estamos solos en nuestro viaje y que la voz de la verdad y el amor está siempre hablándonos, si elegimos escuchar.
