Lección 46 UCDM
Dios es el Amor en el que perdono.
La Naturaleza del Perdón Según Dios
Dios no perdona porque nunca ha condenado. Y primero tiene que haber condenación para que el perdón sea necesario. El perdón es la mayor necesidad de este mundo, y esto se debe a que es un mundo de ilusiones. Aquellos que perdonan se liberan a sí mismos de las ilusiones, mientras que los que se niegan a hacerlo se atan a ellas. De la misma manera en que sólo te condenas a ti mismo, de igual modo, sólo te perdonas a ti mismo.
La Relación Entre Amor y Perdón
Pero si bien Dios no perdona, Su Amor es, no obstante, la base del perdón. El miedo condena y el amor perdona. El perdón, pues, des-hace lo que el miedo ha producido y lleva la mente de nuevo a la conciencia de Dios. Por esta razón, al perdón puede llamársele verdaderamente salvación. Es el medio a través del cual desaparecen las ilusiones.
Práctica del Perdón: Sesiones Largas
Los ejercicios de hoy requieren por lo menos tres sesiones de práctica de cinco minutos completos y el mayor número posible de las más cortas. Como de costumbre, comienza las sesiones de práctica más largas repitiendo la idea de hoy para tus adentros. Cierra los ojos mientras lo haces, y dedica un minuto o dos a explorar tu mente en busca de aquellas personas a quienes no has perdonado. No importa en qué medida no las hayas perdonado. O las has perdonado completamente o no las has perdonado en absoluto.
Identificación de Personas No Perdonadas
Si estás haciendo los ejercicios correctamente no deberías tener ninguna dificultad en encontrar un buen número de personas a quienes no has perdonado. En general, se puede asumir correctamente que cualquier persona que no te caiga bien es un sujeto adecuado. Menciona cada una de ellas por su nombre, y di:
- [Nombre], Dios es el Amor en el que te perdono.
Auto-Perdón y Afirmaciones Adicionales
El propósito de la primera fase de las sesiones de práctica de hoy es colocarte en una posición desde la que puedas perdonarte a ti mismo. Después que hayas aplicado la idea a todas las personas que te hayan venido a la mente, di para tus adentros:
- Dios es el Amor en el que me perdono a mí mismo.
Dedica luego el resto de la sesión a añadir ideas afines tales como:
- Dios es el Amor con el que me amo a mí mismo.
- Dios es el Amor en el que me alzo bendecido.
Variaciones en la Aplicación de la Idea
El modelo a seguir en cada aplicación puede variar considerablemente, pero no se debe perder de vista la idea central. Podrías decir, por ejemplo:
- No puedo ser culpable porque soy un Hijo de Dios.
- Ya he sido perdonado.
- El miedo no tiene cabida en una mente que Dios ama.
- No tengo necesidad de atacar porque el amor me ha perdonado.
La sesión de práctica debe terminar, no obstante, con una repetición de la idea de hoy en su forma original.
Práctica del Perdón: Sesiones Cortas
Las sesiones de práctica más cortas pueden consistir ya sea en una repetición de la idea de hoy en su forma original o en una afín, según prefieras. Asegúrate, no obstante, de aplicar la idea de manera más concreta si surge la necesidad. Esto será necesario en cualquier momento del día en el que te percates de cualquier reacción negativa hacia alguien, tanto si esa persona está presente como si no. En tal caso, dile silenciosamente:
- Dios es el Amor en el que te perdono.
Reflexiones sobre la Lección 46 de Un Curso de Milagros: El Poder Transformador del Perdón
Introducción a la Lección 46
La Lección 46 de Un Curso de Milagros es un estudio profundo sobre el concepto de perdón desde una perspectiva espiritual y psicológica. La lección está fundamentada en la premisa de que Dios, como amor infinito, nunca ha condenado y por lo tanto no necesita perdonar. Sin embargo, en nuestro mundo lleno de ilusiones, el perdón se convierte en una herramienta necesaria para liberarnos de nuestras propias ataduras mentales y emocionales.
El Perdón como Herramienta de Liberación
Según la lección, el perdón no es solo un acto moral o social, sino una necesidad para liberarnos de un mundo de ilusiones. Cuando perdonamos, deshacemos los efectos del miedo y regresamos a un estado de conciencia más alineado con el amor, que es la verdadera naturaleza de Dios. En este sentido, el perdón se convierte en un camino hacia la «salvación», entendida no como un concepto religioso, sino como una liberación de la mente y del espíritu.
La Importancia de la Auto-Reflexión y la Práctica
La lección también enfatiza la importancia de la práctica mediante ejercicios específicos de introspección. Nos anima a buscar en nuestras mentes a personas que no hemos perdonado y aplicar activamente el concepto de perdón hacia ellas. Esta práctica no solo está destinada a liberar a las personas a quienes perdonamos, sino más crucialmente, a nosotros mismos.
Perdón y Auto-Perdón
Interesantemente, la lección destaca que el acto de perdonar es también un acto de auto-perdón. La idea es que cuando perdonas, te liberas de tus propias ataduras emocionales y mentales, volviendo a un estado de amor y paz que es tu verdadera naturaleza. Incluso se proporcionan afirmaciones para ayudarte a entrar en este estado mental.
Las Variaciones y la Flexibilidad en la Práctica
Otra característica interesante de la lección es que permite cierta flexibilidad en cómo aplicamos la idea del perdón en nuestra vida diaria. Proporciona variaciones que se pueden adaptar a diferentes situaciones y estados emocionales, lo que demuestra que el concepto de perdón es dinámico y adaptable.
Conclusión: El Perdón como Camino a la Conciencia Divina
En resumen, la Lección 46 de «Un Curso de Milagros» nos ofrece una visión profunda y transformadora del perdón. Nos enseña que perdonar es mucho más que un simple acto de bondad o moralidad; es una herramienta poderosa para la auto-liberación y para acercarnos más a nuestra verdadera naturaleza, que es el amor. Y a través del amor, nos acercamos a una conciencia más divina y alineada con el universo.
