Lección 42 UCDM
Dios es mi Fortaleza. La visión es Su regalo.
La Importancia de Dos Pensamientos Poderosos
La idea de hoy combina dos pensamientos muy poderosos, ambos de gran importancia. Plantea también una relación de causa y efecto que explica por qué tus esfuerzos por alcanzar la meta del curso no pueden ser en vano. Verás, porque ésa es la Voluntad de Dios. Es Su Fortaleza, no la tuya, la que te da poder. Y es Su regalo, no el tuyo, el que te ofrece visión.
La Universalidad del Regalo Divino
Dios es ciertamente tu fortaleza, y lo que Él da, es verdaderamente dado. Esto quiere decir que lo puedes recibir en cualquier momento o lugar, donde quiera que estés y en cualquier circunstancia en la que te encuentres. Tu paso por el tiempo y por el espacio no es al azar. No puedes sino estar en el lugar perfecto, en el momento perfecto. Tal es la Fortaleza de Dios. Tales Sus dones.
Sesiones de Práctica Sugeridas
Hoy llevaremos a cabo dos sesiones de práctica de tres a cinco minutos cada una; una tan pronto como te despiertes, y la otra, lo más cerca posible de la hora de irte a dormir. Es mejor, no obstante, esperar hasta que puedas sentarte tranquilamente a solas en un momento en que te sientas listo, que preocuparte de la hora en sí.
Instrucciones para la Sesión de Práctica
Da comienzo a estas sesiones de práctica repitiendo la idea de hoy lentamente mientras miras a tu alrededor. Luego cierra los ojos y repite la idea otra vez, aún más despacio que antes. Después de eso, trata de no pensar en nada, excepto en los pensamientos que se te ocurran relacionados con la idea de hoy. Puedes pensar, por ejemplo: La visión tiene que ser posible. Dios da verdaderamente, o: Los regalos que Dios me ha hecho tienen que ser míos porque Él Mismo me los dio.
Los Pensamientos Afines a la Idea de Hoy
Cualquier pensamiento que esté claramente relacionado con la idea de hoy es adecuado. De hecho, tal vez te asombre la cantidad de entendimiento relacionado con el curso que algunos de tus pensamientos reflejan. Déjalos que te vengan sin censurarlos, a menos que notes que tu mente está simplemente divagando y que es obvio que has permitido que se infiltren pensamientos irrelevantes. Es posible también que llegue un punto en el que parece que no te van a venir más pensamientos a la mente. De ocurrir tales interferencias, abre los ojos y repite el pensamiento una vez más mientras miras lentamente a tu alrededor; después ciérralos, repite la idea otra vez y continúa buscando en tu mente pensamientos afines.
Evitando el Esfuerzo Excesivo
Recuerda, no obstante, que en conexión con los ejercicios de hoy no es apropiado que te esfuerces por encontrar pensamientos afines. Trata sencillamente de hacerte a un lado y dejar que te vengan a la mente por su cuenta. Si esto te resulta difícil, es mejor pasar la sesión de práctica alternando entre repeticiones lentas de la idea con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados, que esforzarte por encontrar pensamientos adecuados.
Prácticas Adicionales y Conclusión
No hay límite en el número de sesiones de práctica cortas que podrían resultarte beneficiosas hoy. La idea de hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de unificar tus pensamientos y de enseñarte que estás estudiando un sistema de pensamiento unificado que no carece de nada que sea necesario, y en el que no se incluye nada contradictorio o irrelevante. Cuanto más a menudo repitas la idea de hoy durante el transcurso del día, más a menudo estarás recordando que el objetivo del curso es importante para ti y que no lo has olvidado.
Explorando la Lección 42 de Un Curso de Milagros: La Potencia de la Fortaleza Divina y la Visión
Introducción: Un Vistazo al Corazón de la Lección
La Lección 42 de Un Curso de Milagros lleva el título «Dios es mi Fortaleza. La visión es Su regalo». Esta lección trata de cómo encontrar fortaleza y visión en la conexión con la divinidad, argumentando que estos no son méritos propios sino regalos divinos. La lección ofrece un enfoque profundamente espiritual, orientado a ayudarnos a encontrar paz, claridad y sentido en nuestra vida cotidiana.
Dos Componentes: Fortaleza y Visión
La lección divide su enseñanza principal en dos conceptos: la fortaleza y la visión, ambas consideradas regalos de Dios. El texto nos insta a comprender que cualquier esfuerzo que realicemos para alcanzar las metas del curso no será en vano, ya que todo está orquestado por una fuerza superior. Aquí, la fortaleza no es una característica individual, sino más bien algo que se recibe de Dios. De manera similar, la visión —la capacidad para ver y entender las cosas más claramente— es también un regalo divino.
La Universalidad de los Regalos Divinos
Según la lección, estos regalos están disponibles para todos, en cualquier momento y lugar. No hay lugar para el azar; estamos siempre en el lugar y momento correctos para recibir la fortaleza y la visión que Dios ofrece. Esta perspectiva es reconfortante y puede ser especialmente valiosa en momentos de incertidumbre o desafío.
La Práctica: Un Enfoque Metódico
La lección también proporciona instrucciones prácticas para sesiones de meditación o reflexión. Estas prácticas se recomiendan hacer dos veces al día y consisten básicamente en repetir lentamente la idea del día, dejando que pensamientos relacionados fluyan naturalmente. Este enfoque práctico hace que las ideas abstractas se sientan más accesibles y aplicables en la vida diaria.
La Importancia de la Reiteración
El texto subraya la importancia de repetir la lección durante el día para recordarnos a nosotros mismos las metas del curso y su importancia en nuestras vidas. Este acto de recordar nos ayuda a mantenernos enfocados y alineados con los principios del curso.
Conclusión: Un Camino Hacia la Unificación de Pensamientos
La Lección 42, en su totalidad, se presenta como un peldaño en el largo camino de «Un Curso de Milagros» para ayudarnos a unificar nuestros pensamientos y entender que estamos estudiando un sistema completo, coherente y útil. Nos enseña que la fortaleza y la visión son dones divinos, y que reconocer esto puede ser el primer paso para vivir una vida más plena y significativa.