Lección 35 UCDM
Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo.
Desafío a la Auto-percepción Actual
La idea de hoy no describe la manera como te ves a ti mismo ahora. Describe, no obstante, lo que la visión te mostrará. A todo aquel que cree estar en este mundo le resulta muy difícil creer esto de sí mismo. Sin embargo, la razón por la que cree estar en este mundo es porque no lo cree.
La Conexión Entre Entorno e Identidad
Crees que formas parte del lugar donde piensas que estás. Eso se debe a que te rodeas del entorno que deseas. Y lo deseas para proteger la imagen que has forjado de ti mismo. La imagen también forma parte de ese entorno. Lo que ves mientras crees estar en él, lo ves a través de los ojos de la imagen. Eso no es visión. Las imágenes no pueden ver.
La Verdadera Identidad Según la Fuente
La idea de hoy presenta una perspectiva de ti muy diferente. Al establecer tu Fuente establece también tu Identidad, y te describe como realmente debes ser en verdad. La manera en que vamos a aplicar la idea de hoy es ligeramente diferente, ya que el énfasis recae hoy en el que percibe en vez de en lo que éste percibe.
Ejercicio de Autoexploración
Comienza cada una de las tres sesiones de práctica de hoy de cinco minutos cada una repitiendo la idea para tus adentros, luego cierra los ojos y escudriña tu mente en busca de los diversos términos descriptivos que te adjudicas a ti mismo. Incluye todos los atributos basados en el ego que te adscribes, sean positivos o negativos, deseables o indeseables, halagadores o denigrantes. Todos son igualmente irreales porque en ellos no te ves a ti mismo con los ojos de la santidad.
Las Ilusiones del Ego
En la primera parte del período de búsqueda mental, probablemente pondrás mayor énfasis en lo que consideres son los aspectos más negativos de tu auto-percepción. Hacia el final del ejercicio, no obstante, es probable que lo que te venga a la mente sean los términos descriptivos más autoengrandecedores. Trata de reconocer que no importa en qué dirección se inclinen las fantasías que albergas acerca de ti mismo. En realidad, las fantasías no se inclinan en ninguna dirección. Simplemente no son verdaderas.
Lista de Términos Descriptivos
Una lista adecuada para la aplicación de la idea de hoy, la cual no ha sido seleccionada conscientemente, podría ser:
- Me veo a mí mismo como alguien del que otros abusan.
- Me veo a mí mismo como alguien que está deprimido.
- Me veo a mí mismo como un fracaso.
- Me veo a mí mismo como alguien que está en peligro.
- Me veo a mí mismo como un inútil.
- Me veo a mí mismo como un vencedor.
- Me veo a mí mismo como un perdedor.
- Me veo a mí mismo como una persona caritativa.
- Me veo a mí mismo como una persona virtuosa.
Aplicación Práctica
No debes pensar acerca de estos términos de manera abstracta. Se te ocurrirán a medida que te vengan a la mente diversas personalidades, situaciones o acontecimientos en los que tú figuras. Escoge cualquier situación en particular que se te ocurra, identifica el término o términos descriptivos que consideres pertinentes a tus reacciones a esa situación, y úsalos para aplicar la idea de hoy. Después que hayas nombrado cada uno de ellos, añade:
- Pero mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo.
Relajación y Repetición
Durante las sesiones de práctica más largas probablemente habrá intervalos en los que no se te ocurra nada en particular. No te esfuerces en pensar cosas concretas para ocupar dichos intervalos, sino simplemente relájate y repite la idea de hoy lentamente hasta que se te ocurra algo. Si bien no debes omitir nada de lo que se te ocurra durante los ejercicios, no se debe “sacar” nada a la fuerza. No se debe usar ni fuerza ni discriminación.
Manteniendo la Conciencia Durante el Día
Tan a menudo como sea posible en el transcurso del día, aplica la idea de hoy a cada atributo o atributos que te estés adjudicando en ese momento, añadiendo la idea en la forma indicada más arriba. Si no se te ocurre nada en particular, repite simplemente la idea en tu interior con los ojos cerrados.
Desentrañando la Lección 35 de Un Curso de Milagros: Reconociendo Tu Santidad Interior
Introducción: ¿Qué Significa «Soy Muy Santo»?
La Lección 35 de Un Curso de Milagros plantea un enunciado aparentemente audaz: «Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo.» Este enunciado puede ser incómodo o incluso inconcebible para muchas personas que se sienten muy lejos de cualquier concepto de santidad. Sin embargo, el objetivo de esta lección es precisamente desafiar nuestras percepciones y creencias acerca de nosotros mismos.
Cuestionando Nuestra Auto-percepción
La lección comienza planteando que cómo nos vemos actualmente no es realmente nuestra «visión». En cambio, nos anima a cuestionar nuestras creencias autoimpuestas que hemos formado debido a nuestro entorno, relaciones y experiencias. Todas estas «imágenes» de nosotros mismos no son una visión verdadera, ya que las imágenes por sí mismas no pueden ver.
La Conexión Entre Identidad y Fuente
El texto propone que nuestra verdadera identidad está intrínsecamente ligada a nuestra «Fuente,» que es Dios en este contexto. Reconocer esta conexión nos permite entender quiénes somos realmente, más allá de las ilusiones y percepciones equivocadas que hemos acumulado.
Ejercicios de Autoexploración
La lección ofrece ejercicios prácticos para examinar las diferentes formas en que nos describimos a nosotros mismos, tanto las positivas como las negativas. Estos adjetivos, según el curso, son «igualmente irreales» porque no nos vemos a nosotros mismos «con los ojos de la santidad».
Enfrentando las Ilusiones del Ego
Lo que consideramos ser nuestras cualidades «buenas» o «malas» son, en realidad, construcciones del ego que oscurecen nuestra verdadera naturaleza. La lección desafía estas ilusiones para llevarnos a un estado más claro de autoconocimiento.
Conclusión: La Verdadera Visión de Uno Mismo
Un Curso de Milagros Lección 35 nos lleva a través de un viaje introspectivo para desmantelar las falsas creencias sobre nuestra identidad. Nos reta a aceptar que nuestra mente es parte de algo mucho más grande y más santo que las historias limitantes que nos hemos contado. Al final del día, la lección nos invita a abrirnos a la posibilidad de una visión renovada y divina de nosotros mismos.