Lección 105 UCDM
Mías son la Paz y la Dicha de Dios
Aceptación de los Verdaderos Regalos
La Paz y la Dicha de Dios te pertenecen. Hoy las aceptaremos sabiendo que son nuestras. Y trataremos de entender que estos regalos se multiplican a medida que los recibimos. No son como los regalos que el mundo da, en los que el que hace el regalo pierde al darlo, y el que lo recibe se enriquece a costa de la pérdida del que se lo dio. Eso no son regalos, sino regateos que se hacen con la culpabilidad. Los regalos que verdaderamente se dan no entrañan pérdida alguna. Es imposible que alguien pueda ganar a costa de la pérdida de otro. Ello implicaría un límite y una condición de insuficiencia.
La Distorsión Mundana de los Regalos
Ésa no es la manera de hacer regalos. Tales “regalos” no son sino tratos que se hacen con vistas a obtener algo de más valor; préstamos con intereses que se tienen que pagar en su totalidad; créditos a corto plazo en los que el que recibió el regalo se compromete a pagar con creces lo recibido. Esta extraña distorsión de lo que significa dar impera en todos los niveles del mundo que ves. Priva de todo sentido cualquier regalo que das y hace que los que aceptas no te aporten nada.
Reconceptualización de la Dádiva
Uno de los principales objetivos de aprendizaje de este curso es invertir tu concepto de lo que es dar, de modo que puedas recibir. Pues dar se ha convertido en una fuente de temor, y así evitas emplear el único medio mediante el cual puedes recibir. Acepta la Paz y la Dicha de Dios, y aprenderás a ver lo que es un regalo de otra manera. Los regalos de Dios no disminuyen cuando se dan. Por el contrario, se multiplican.
La Expansión Celestial de Dar
De la misma manera en que la paz y la dicha del Cielo se intensifican cuando las aceptas como los dones que Dios te da, así también la Dicha de tu Creador aumenta cuando aceptas como tuyas Su Dicha y Su Paz. Dar verdaderamente equivale a crear. Extiende lo que no tiene límites a lo ilimitado, la eternidad hasta la intemporalidad y el Amor hasta Sí Mismo. Añade a todo lo que ya está completo, mas no en el sentido de añadir más, pues eso implicaría que antes era menos. Añade en el sentido de que permite que lo que no puede contenerse a sí mismo cumpla su cometido de dar todo lo que tiene, asegurándose así de que lo poseerá para siempre.
Aceptar los Regalos Divinos
Acepta hoy la Paz y la Dicha de Dios como tuyas. Permite que Él se complete a Sí Mismo, tal como Él define lo que es estar completo. Comprenderás que lo que le brinda compleción a Él se la brinda también a Su Hijo. Él no puede dar mediante pérdidas. Ni tú tampoco. Acepta hoy Su regalo de dicha y de paz, y Él te dará las gracias por el regalo que le haces a Él.
Preparación para la Práctica
Nuestras sesiones de práctica de hoy comenzarán de manera ligeramente distinta. Da comienzo al día pensando en aquellos hermanos a quienes les has negado la paz y la dicha a las que tienen derecho de acuerdo con las equitativas Leyes de Dios. Al negárselas fue cuando te las negaste a ti mismo. Y a ese punto es adonde tienes que volver para reivindicarlas como propias.
Ofrecimiento de Paz y Dicha
Piensa en tus “enemigos” por un rato y dile a cada uno de ellos según cruce tu mente: Hermano, te ofrezco paz y dicha para que la Paz y la Dicha de Dios sean mías. De esta manera te preparas para reconocer los regalos que Dios te ha dado y permites que tu mente se libre de todo lo que te podría impedir triunfar hoy. Ahora estás listo para aceptar el regalo de paz y de dicha que Dios te ha dado. Ahora estás listo para experimentar la dicha y la paz que te has negado a ti mismo. Ahora puedes decir: “Mías son la Paz y la Dicha de Dios”, pues has dado lo que quieres recibir.
Éxito Asegurado
Si preparas tu mente tal como te hemos indicado, no podrás sino tener éxito hoy. Pues habrás permitido que se levanten todas las barreras que te separan de la paz y de la dicha, para que por fin te llegue lo que es tuyo. Di, pues, para tus adentros: “Mías son la Paz y la Dicha de Dios”, cierra los ojos por un rato y deja que Su Voz te asegure que las palabras que pronuncias son verdad.
Mantener la Conexión Divina
Pasa hoy cinco minutos con Él de esta manera cada vez que puedas, pero no creas que menos tiempo de eso no tiene valor cuando no le puedas dedicar más. Cuando menos, acuérdate de repetir cada hora las palabras que lo exhortan a que te dé lo que es Su Voluntad dar y lo que es Su Voluntad que tú recibas. Proponte hoy no interferir en Sus designios. Y si algún hermano pareciera tentarte a que le niegues el regalo que Dios le ha hecho, considera eso como una oportunidad más para permitirte a ti mismo aceptar los dones de Dios como tuyos. Bendice entonces a tu hermano lleno de agradecimiento y di: Hermano, te ofrezco paz y dicha para que la Paz y la Dicha de Dios sean mías.
Explorando la Lección 105 de Un Curso de Milagros: Abrazar la Paz y Dicha Divinas
Recibiendo los Regalos de Dios
La Lección 105 de Un Curso de Milagros nos invita a reconocer y aceptar la Paz y la Dicha de Dios como inherentes a nuestro ser. Esta lección subraya una verdad profunda: los verdaderos regalos de Dios, a diferencia de los regalos mundanos, no implican pérdida alguna para el dador ni el receptor. En este entendimiento, se nos anima a deshacernos de la noción de que podemos perder al dar, abrazando en cambio la idea de que compartir los regalos divinos solo puede multiplicarlos.
Deshaciéndonos de los «Regalos» Mundanos
UCDM nos desafía a cuestionar y deshacernos de las distorsiones mundanas sobre dar y recibir. En el mundo, los regalos a menudo vienen con condiciones, creando una dinámica de deuda y obligación. Esta lección nos enseña que los regalos divinos, como la paz y la dicha, son libres de tales ataduras y se multiplican al compartirse, reflejando la verdadera naturaleza del dar desinteresado.
Reconceptualizar el Acto de Dar
La Lección 105 nos orienta hacia una reconceptualización del dar: dar ya no debe ser visto como una fuente de temor o pérdida, sino como un medio para recibir. Al aceptar la Paz y la Dicha de Dios, cambiamos nuestra percepción de lo que significa dar, entendiendo que los regalos de Dios crecen en su compartir, sin disminuir.
La Creación a través del Dar
Esta lección también ilumina cómo el acto de dar refleja la creación divina, extendiendo lo ilimitado hacia lo ilimitado. Al aceptar y compartir la Paz y la Dicha de Dios, no solo recibimos estos regalos, sino que también participamos en el proceso de creación, añadiendo al todo sin implicar que algo faltaba antes.
Prácticas Diarias para Reconocer los Regalos Divinos
Se nos guía a través de prácticas diarias para limpiar nuestra mente y prepararnos para recibir los regalos de Dios. Estas prácticas incluyen el perdón y la oferta de paz y dicha a aquellos a quienes hemos visto como enemigos, reconociendo que al negarles la paz, nos la negamos a nosotros mismos.
Éxito a través de la Aceptación
La lección asegura que, al preparar nuestra mente de esta manera, el éxito es inevitable. Al levantar las barreras que nos separan de la paz y la dicha, y afirmar que «Mías son la Paz y la Dicha de Dios», nos abrimos a recibir lo que verdaderamente nos pertenece.
Conclusión: Un Llamado a la Aceptación Divina
La Lección 105 de Un Curso de Milagros es un poderoso recordatorio de que lo que Dios nos ofrece ya es nuestro. Nos invita a abrir nuestros corazones y mentes para recibir plenamente los regalos de paz y dicha, entendiendo que estos regalos divinos son para ser compartidos, multiplicando así su presencia en nuestras vidas y en el mundo.