Lección 98 UCDM
Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación
Consagración a la Verdad y la Salvación
Hoy es un día de una consagración especial. Hoy vamos a adoptar una postura firme en favor de un solo bando. Nos vamos a poner de parte de la verdad y a abandonar las ilusiones. No vacilaremos entre una cosa y otra, sino que adoptaremos una firme postura en favor de Dios. Hoy nos vamos a consagrar a la verdad, así como a la salvación tal como Dios la planeó. No vamos a alegar que es otra cosa ni a buscarla donde no está. La aceptaremos gustosamente tal como es, y desempeñaremos el papel que Dios nos asignó.
La Dichosa Certeza de Nuestro Propósito
¡Qué dicha tener certeza! Hoy dejamos a un lado todas nuestras dudas y nos afianzamos en nuestra postura, seguros de nuestro propósito y agradecidos de que la duda haya desaparecido y la certeza haya llegado. Tenemos una importante función que desempeñar y se nos ha provisto de todo cuanto podamos necesitar para alcanzar la meta. Ni una sola equivocación se interpone en nuestro camino. Hemos sido absueltos de todo error. Hemos quedado limpios de todos nuestros pecados al habernos dado cuenta de que no eran sino errores.
La Libertad de la Culpa y el Miedo
Los que están libres de culpa no tienen miedo, pues están a salvo y reconocen su seguridad. No recurren a la magia ni ingenian posibles escapatorias de amenazas imaginarias desprovistas de realidad. Descansan en la serena certeza de que llevarán a cabo lo que se les encomiende hacer. No ponen en duda su capacidad porque saben que cumplirán debidamente su función en el momento y lugar perfectos. Ellos adoptaron la postura que nosotros vamos a adoptar hoy a fin de que pudiésemos compartir su certeza y aumentarla mediante nuestra aceptación de ella.
Apoyo Mutuo en la Aceptación
Todos aquellos que adoptaron la postura que hoy vamos a adoptar nosotros estarán a nuestro lado y nos transmitirán gustosamente todo cuanto aprendieron, así como todos sus logros. Los que todavía no están seguros también se unirán a nosotros y, al compartir nuestra certeza, la reforzarán todavía más. Y los que aún no han nacido, oirán la llamada que nosotros hemos oído y la contestarán cuando hayan venido a elegir de nuevo. Hoy no elegimos sólo para nosotros.
Inversión de Tiempo por Felicidad
¿No vale la pena acaso dedicar cinco minutos de tu tiempo cada hora a cambio de poder aceptar la felicidad que Dios te dio? ¿No vale la pena acaso dedicar cinco minutos de cada hora a fin de reconocer cuál es tu función especial aquí? ¿Qué son cinco minutos si a cambio de ello puedes recibir algo tan grande que es inconmensurable? Has hecho miles de tratos en los que siempre saliste perdiendo.
La Oferta de Liberación y Dicha Eterna
He aquí una oferta que garantiza tu total liberación de cualquier clase de dolor y una dicha que no es de este mundo. Puedes intercambiar una pequeña parte de tu tiempo por paz interior y certeza de propósito, con la promesa de que triunfarás. Y puesto que el tiempo no tiene significado, se te está dando todo a cambio de nada. He aquí un trato en el que no puedes perder. Y lo que ganas es en verdad ilimitado.
Una Dádiva de Tiempo y Fe
Ofrécele hoy tu modesta dádiva de cinco minutos cada hora. Él impartirá a las palabras que utilices al practicar con la idea de hoy la profunda convicción y firmeza de las que tú careces. Sus palabras se unirán a las tuyas y harán de cada repetición de la idea de hoy una absoluta consagración, hecha con fe tan perfecta y segura como la que Él tiene en ti. Su confianza en ti impartirá luz a todas las palabras que pronuncies, e irás más allá de su sonido a lo que verdaderamente significan. Hoy practicas con Él cuando dices: Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
Iluminación a través de la Práctica
En cada uno de los períodos de cinco minutos que pases con Él, Él aceptará tus palabras y te las devolverá radiantes de una fe y confianza tan grandes e inquebrantables que iluminarán el mundo con esperanza y alegría. No dejes pasar ni una sola oportunidad de ser el feliz receptor de Sus regalos, para que a tu vez puedas dárselos hoy al mundo.
La Promesa del Espíritu Santo
Ofrécele las palabras y Él se encargará del resto. Te ayudará a entender tu función especial. Allanará el camino que te conduce a la felicidad, y la paz y la confianza serán Sus regalos, Su respuesta a tus palabras. Responderá con toda Su Fe, Dicha y Certeza que lo que dices es verdad. Y entonces gozarás de la misma convicción de que goza Aquel que conoce tu función en la tierra así como en el Cielo. Estará contigo durante cada sesión de práctica que compartas con Él e intercambiará cada instante de tiempo que le ofrezcas por intemporalidad y paz.
Preparación para la Comunión
Pasa la hora preparándote felizmente para los próximos cinco minutos que vas a volver a pasar con Él. Repite la idea de hoy mientras esperas la llegada de ese feliz momento. Repítela a menudo, y no te olvides de que cada vez que lo haces preparas a tu mente para el feliz momento que se acerca.
Agradecimiento y Renovación del Compromiso
Y cuando la hora haya transcurrido y Él esté ahí una vez más para pasar otro rato contigo, siéntete agradecido y deja a un lado toda tarea mundana, pensamiento insignificante o idea restrictiva, y pasa un feliz rato en Su Compañía otra vez. Dile una vez más que aceptas el papel que Él quiere que asumas y que te ayudará a desempeñar, y Él hará que estés seguro de que deseas tomar esa decisión, la cual Él ya ha tomado contigo y tú con Él.
Reflexiones sobre la Lección 98 de Un Curso de Milagros: Compromiso con Nuestro Papel en la Salvación
Consagración Diaria a la Verdad
La Lección 98 de Un Curso de Milagros marca un momento de consagración y decisión profunda. Nos insta a posicionarnos firmemente junto a la verdad, dejando atrás las ilusiones para abrazar el plan de salvación tal como fue concebido por Dios. Este compromiso no es superficial; es una dedicación plena a vivir conforme a nuestro verdadero propósito, reconociendo que somos parte integral del plan divino de salvación.
Certeza en Nuestra Misión
La certeza reemplaza a la duda cuando nos afirmamos en nuestro papel dentro del plan de Dios. Esta lección nos recuerda la liberación que viene al aceptar y cumplir con nuestro propósito divino, liberándonos de errores y pecados al comprender que solo eran desvíos temporales en nuestro camino hacia la verdad.
Libertad de la Culpa
Al reconocer nuestra identidad verdadera y nuestro papel en el plan divino, nos liberamos del miedo y la culpa. Esta liberación no es solo personal; se convierte en una base desde la cual podemos actuar con seguridad y paz, sabiendo que nuestra función será cumplida en el momento y lugar perfectos.
Comunión en la Certidumbre
Esta lección destaca la importancia del apoyo mutuo en nuestra jornada espiritual. Nos asegura que no estamos solos en nuestra decisión de hoy; contamos con el respaldo de aquellos que han caminado antes que nosotros y de aquellos que aún no han llegado. Juntos, fortalecemos nuestra certeza y extendemos la invitación a unirse al plan divino.
El Valor de Nuestro Tiempo
Nos invita a considerar el valor inconmensurable de dedicar solo cinco minutos cada hora a conectar con nuestro propósito divino. Este pequeño sacrificio de tiempo se presenta como un intercambio por la felicidad eterna y la liberación del dolor, ofreciéndonos una ganancia ilimitada.
La Oferta Divina de Liberación
Esta lección subraya una oferta divina que nos promete liberación total y dicha inigualable a cambio de una pequeña inversión de nuestro tiempo. Nos asegura que este trato es infalible, ofreciéndonos todo a cambio de prácticamente nada.
Práctica y Convicción
Se nos anima a ofrecer humildemente nuestro tiempo al Espíritu Santo, quien enriquecerá nuestras prácticas con convicción y luz. Esta práctica no es una mera repetición de palabras, sino una consagración llena de fe, en la cual el Espíritu Santo nos asegura que estamos en el camino correcto.
Iluminación y Regalo Mutuo
Cada sesión de práctica se convierte en una oportunidad para recibir y extender regalos divinos. La fe y confianza que recibimos en estos momentos no solo nos iluminan sino que también se convierten en un faro de esperanza y alegría para el mundo.
Compromiso Renovado
Cada hora nos ofrece la posibilidad de renovar nuestro compromiso con nuestro papel en el plan de Dios. Este no es un acto solitario; es un diálogo continuo con el Espíritu Santo, quien nos garantiza la certeza y la paz en nuestra decisión.
Conclusión: Un Llamado a la Acción Divina
La Lección 98 de Un Curso de Milagros nos llama a reconocer y aceptar con alegría el papel que nos ha sido asignado en el gran plan de salvación de Dios. A través de la práctica constante y la comunión con el Espíritu Santo, nos aseguramos de que nuestra decisión de seguir este camino está fundamentada en la convicción y la fe, sabiendo que cada paso que damos nos acerca más a nuestra verdadera identidad y al cumplimiento de nuestra función celestial.